5.10.11

Qué ganas de verte

¡Hola enano! ¡Como pretas! Si tienes ganas de salir, ya sabes, boca abajo todo recto. ¡Qué tenemos muchas ganas de verte! En cinco días hacemos 9 meses exactos y en 10 salimos de cuentas ¿Te vas a retrasar? Hijo, uno ha de ser puntual en la vida y por llegar un poco antes tampoco pasa nada. Jejeje. ¿Te he convencido?
Bueno, no presiono. Sal cuando quieras. Con el tiempo que llevas dentro de mí, por unos días de más tampoco me voy a enfurruñar. Aunque a tu papi a lo mejor le da algo. ¿Chantaje psicológico? ¡No, hombre!. Jejeje. Y si te digo que le regalé el finde una cámara de fotos super chula; y que no hace más que practicar para sacarte una foto requeté maja nada más que asomes la cabeza… ¡anda! ¡no seas tímido! Saldrás muy bien. Como ves, tengo grandes aspiraciones en cuanto a tu fotogenia. Aparte, con la nueva cámara papi te sacará que ni los hijos de los famosos en las revistas. Jejeje. ¿Cuela?
Pequeño, quieras o no, ¡Octubre es tu mes! 


31.8.11

S.G.33+2

Mes y medio. Si no se me antoja ver mundo antes, mes y medio es lo que me queda de estar por aquí. Desde fuera lo viven como “ya sólo queda mes y medio”, ¡si supieran!. ¡Qué ya llevo una temporada boca abajo y aún me queda mes y medio!. Como me ponga a hacer patria, me presento el mismo día del Pilar. Que uno ya se cansa de comer por el ombligo y no poderse estirar a gusto. Y eso que he pillado juego al lugar. Inspeccionando, he descubierto que, a falta de medio pulmón, uno puede meter los pies por un huequito y pillar postura.
Han tratado de hacerme fotos pero, no lo he puesto fácil. Soy muy movido y utilizo la estrategia “me ven, no me ven, me ven, no me ven,…” ¡Paparazzis! ¡Qué manía con fastidiar la siesta en el verano a la gente! Lo que habría que hacer es… ¡fusilarlos a todos! (No sé de dónde habré sacado esta idea tan drástica. ¿Cosa de los genes?). Hay que decir, que no todo está siendo malo. De vez en cuando hay sesión de cosquillas. ¡Ai! ¡Qué buenas son las carias!. Y los momentos de piscina ¡son lo más!. Te dejan de un relajao. ¡Hasta me dan besos en el culo!. Es para partirse. Los adultos están locos. Vaya, que mirándolo bien, me he pegado un veranico que ni dios. Al final hasta echaré de menos “Villa Mami”.
Espero que me reciban con los brazos abiertos y ¡qué no me dejen caer!. Aunque lo pongan en duda, oigo y presiento. ¡De lo que se entera uno desde aquí! Se está montando una con lo de mi llegada, ¡ni en “Bienvenido Mister Marshall”!. Los demás no sé, pero yo lo tengo claro. Salgo para ser feliz y pasarlo bien. Tengo unas ganas de verles tremendas. Me he propuesto gustar a ese tal “Papá”. De momento me parece un tipo genial. Es el que más besos me da. Tiene muchos quebraderos de cabeza últimamente pero eso no le impide pasar todos los días un ratito conmigo. A la noche, después del helado. Ese es nuestro momento. “Mami” me tiene en un ¡ai!. Anda todo el día preocupada por mí. ¡A veces me pone de los nervios! Pero luego me canta un poco y ¡se me pasa todo!. ¡Con lo que le correteo! ¿Cómo será su piel?, ¿y sus ojos?, ¿y sus labios?. Lo primero que haré será olerla. ¿A qué olerá “Mami”? ¿A fresas?

3.8.11

Cumpleaños total

No será peor de lo que era • No será peor, seguro que es mejor • No será peor de lo que era • No será peor, seguro que es mejor • Y aunque juré que nunca más • me acerco hasta el servicio a que me pongan otra • No será peor de lo que era • No será peor, seguro que es mejor • No será peor de lo que era • No será peor, seguro que es mejor • Y aunque juré que nunca más• Le digo al Chino: “Vamos a ponernos otra” • No será peor de lo que era • No será peor, seguro que es mejor • No será peor de lo que era • No será peor, seguro que es mejor • No será peor, seguro que es mejor • No será peor de lo que era • No será peor, seguro que es mejor • Y aunque juré que nunca más • Voy a darme una fiesta por mi cumpleaños • [Cumpleaños total / Los Planetas]
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8.6.11

Junio cumple años

Y dice que le pesan. A pesar de la operación biquini le pesan. No sabe lo que dice. Será que ha amanecido lluvioso, será que lo empezaron a llamar “horrible”. Que tonto. Si supiera lo bien que le sientan y lo bonito que se pone cuando sopla. Si viera cómo colorea mejillas cuando mira. Si sintiera el olor a jazmín que desprenden sus paseos. ¡Ai! Si de todo eso se diera cuenta…

       

7.2.11

Conservas

Ojalá los buenos momentos se pudieran conservar en un bote de cristal con aceite. Tendría una despensa llena de ellos. Un armario que podría abrir y mirar, remirar y vuelta a mirar. Un archivo de recuerdos felices. Tesoros que iría sumergiendo en pequeños frascos a medida que pasara la vida. Instantes que no caerían en el olvido de la tristeza de los días oscuros. Aquellos que con sus nubes, con cierta rutina, ensombrecen las sonrisas de los instantes más buenos.
Sólo hago que quejarme de lo mala e injusta que es la vida siempre conmigo. ¡Qué fuerte es a veces el dolor, que aniquila el cosquilleo de un buen beso! Soy tonta. Vivo, pues qué más quiero.
Si me lo permites, amor, de este fin de semana, sumerjo la presión de tus dedos sobre la curva de mi espalda. Cuando tus manos, al tiempo, descendieron de los hombros a las caderas. Cuando la respiración se cortó. Cuando dejé de ver. Cuando dejé de oír. Cuando se anuló todo y sólo quedó el áspero de tus yemas.

31.1.11

5 meses después

Me dejé una nota: “Be in the moment”. Con post data, por supuesto: “Just be. Don’t hurry on the next things. Be in the now”. Era necesaria. Por salud mental básicamente. Tuve que decantarme como un vino viejo que lleva mucho tiempo en botella. Y la nota era fundamental para poder volver en caso de pérdida. Por si se me olvidaba el por qué del cambio de estado. Tenía posos a eliminar, restos de corcho con los que me había sellado, en tardes infinitas de sol y sombras. Era preciso proporcionar a mi espíritu de una mayor oxigenación. A riesgo de perder por el camino esencias y sueños. Mis aromas tenían que madurar aunque tal vez, la temperatura no era la adecuada para mi consumo. A veces pienso que abrí antes de tiempo. Corriendo el riesgo de equivocarme decidí imperiosamente decantarme ¿Y si con el contacto abrupto con el aire perdía toda mi estructura y propiedades? “Como en mi botella en ninguna parte”, es lo que me hacía decir el miedo. En la incertidumbre de no saber si era vino viejo o vino joven, destapé mi capsula y me deshice del tapón, con la esperanza de que en unas horas fuera a sentirme más redonda y suave al paladar. Más agradable al trato, más cómoda en el lugar.
Eso lo pesé hace cinco meses casi exactos. Mucho tiempo en la jarra. Pasé de un recipiente cerrado a otro abierto un tanto más espacioso y me he vuelto pobre, falta de vitalidad mental y frescura. ¿El fallo cuál fue? ¿El momento? ¿El instante? ¿Las ganas? ¿El vino? Creo que una decantación, sino que me corrijan los expertos (soy profana en todo esto, lo mío es el experimentar), sólo es beneficiosa siempre que el vino se preste a ello. No todos sino los que se presten a desarrollar posos, los tintos jóvenes muy astringentes a los que el respirar les aporta mejoría en su madurez, respetando su aspereza. Yo me creí muy concentrada. No sé si fallé en mi análisis, una mezcla entre sequedad y amargor, que me pedía a gritos desenvolverme para vivir.
Ahora estoy intentando averiguar si tan sólo decanté unas copas o vacié por completo toda la botella. Si la sed de vino fue una cata o una borrachera. ¿Habré llegado al punto de no retorno? ¿Qué significa en todo caso esto? Mientras lo averiguo, diseñaré un museo y beberé por placer y no por olvido. En paz con el pasado, lo que venga lo recibiré con agradado. Soy mediterránea y en el alboroto de mi carácter, me adaptaré a los cambios. Entretanto, lo anotado: Vivir el ahora. Ser sólo ser.