Este fin de semana, no; el anterior, se produjo un acontecimiento que evitábamos que sucediera pero que se estaba demorando en exceso. Fue marcado en el calendario como: Operación Trastero. Quien tenga un trastero sabrá de qué estoy hablando. Todos queremos uno en nuestras vidas pero luego se convierte en un martirio. Está destinado a acumular y resguardar cosas que en casa molestan pero que nos resistimos a tirar a la basura. Objetos inútiles a los que nos aferramos. Están los viejos, los rotos, los sentimentales, los de campo y playa, los de temporada,… Yo quería que fuera un lugar donde el orden imperara desde sus comienzos. Pues... no lo conseguí. Va ha hacer una año que nos cambiamos de piso y el trastero, cuando nos decidimos a ordenarlo, estaba como lo dejamos aquel día de mudanza. ¿Cómo? Hecho una mierda. Se apilaron las cosas. Una sobre otra. Sin miramientos ni compasión. Cansados de tener la casa llena de cajas, ¿qué hicimos?. Bajarlas al trastero. Un suma y sigue al que nos resignábamos a enfrentarnos. Al final ese cuarto en las mazmorras del edificio se ha convertido en un enorme agujero negro que se traga todo lo que se introduce en él. El día tope llegó. Nos íbamos a acampar a Espot y al meternos en el coche nos dimos cuenta de que faltaban los clavos de la tienda. Fue imposible encontrarlos entre tantas cosas amontonadas. Nos fuimos sin los clavos y conscientes de que la situación había llegado a un punto sumamente crítico.
Todavía estoy llorando. La Operación Trastero casi puede conmigo. No sé como lo hicimos pero ahora se puede entrar. Qué ya es algo. Aunque queda mucho trabajo todavía. Pero hubo pérdidas, a mi gusto muchas. No fue un acto de mierdas las justas, me vi obligada a lanzar al contenedor cajas y cajas de recuerdos. Mucha nostalgia empapada y mohosa. Sabíamos de algunas inundaciones de trasteros vecinos pero el día que nos asomamos no nos pareció que nosotros fuéramos uno de ellos. Uno nunca piensa que le pueda tocar a él ¿No se dice esto en estos casos? Pero claro, había tanto y tan desordenado todo que no vimos que la cajas del fondo a la izquierda habían chucao. ¡Maldita tubería de fecales! ¿Pero por qué tiene que sudar? ¡Si sudar es un acto fisiológico del ser humano y no del PVC!. Bueno, pues en un ¡ai! todo ese domingo y toda la semana siguiente, y esta semana, también. La razón, ha habido defunciones importantes. Cantidad de planos y apuntes acumulados en años de universidad; posters, de Alcañiz, de Calanda, de la Ruta del Tambor y el Bombo, ¡el de Goofy!; libros, reliquias familiares que estoy tratando de salvar están en coma; dibujos a mano alzada, incontables horas de geometría descriptiva; la carpeta del instituto con todos sus collages adolescentes y toda la colección de la universidad, ¡qué son muchos años! sólo se han salvado dos, ¡las más feas!; documentos importantes, fotos, postales, revistas… A mi síndrome de diógenes le está volviendo a dar un mal.
Ahora me encuentro en pleno proceso de recuperación. Intento olvidar lo que se ha ido y recuperar lo que me resistí a dejar marchar. Pero hubo cosas imposibles de rescatar del verde-negro que les cubría y me pena. Me pena muchísimo. En honor a todos esos objetos sentimentales que naufragaron en el tratero, os dejo aquí uno que para mí era muy importante. Un recuerdo de un viaje a la Costa Brava. Una postal dedicada en respuesta a una anterior mía. Yo escribí, tras La muchacha en la ventana, superviviente del siniestro: “La serenidad de Javi. Porque por ser así haces que seas mi mejor complemento. Sin ti no estoy entera”. Javi escribió, tras Gala desnuda mirando al mar, obra también da Salvador Dalí: “La complejidad de Marta. Detrás de todos sus rompecabezas esconde lo más bonito de sí misma”. ¡Ay, qué pena!. ¡Un pañuelo! ¡Qué estoy llorando!.
Si no habeis estado en el Museo Daí de Figueras... ¡ya tardais!
ResponderEliminarAlejaros del cuadro y vereis a Lincoln. Pero esto se ha de ver en directo, sobre la tumba de Dalí...
Vale, no era consciente de la postal a la que te referías hasta este momento.... Me da penilla pero por suerte el recuerdo no lo hemos perdido
ResponderEliminarai... los recuerdos... ahora los tenemos pero... los tendremos siempre??? Esto me asusta...
ResponderEliminarmiralo por el lado bueno,...siempre que leas esta entrada de tu blog,..recordarás todo eso,...así nunca se olvidará!!!...
ResponderEliminarserá esto...la nueva versión de la cajita de los recuerdos???
ResponderEliminarLa cajita de recuerdos está en el corazoncito que llevas siempre encima!!!!!!!!
ResponderEliminarDigais lo q digais... estoy llorando!!!!! Esa cajita de la q me hablais... no consuela... pipipiiiiiiii!!!!! mis cosas!!! q solo se han estropeado mis cosas!!!! pipipiiiiii!!!!
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